..¡Claro que recordaba aquel antiguo reloj sin agujas!, muchas veces observándolo, había deseado que los relojes fueran así, sin agujas; relojes destiempados que dieran cabida a los momentos sublimes. Donde la espera no existiera, ni las prisas; donde nada de lo bueno se quedara por hacer, ni decir; donde lo más bello permaneciera suspendido en el instante eterno; donde se pudiera retroceder y borrar lo equivocado y triste. ...
Ángela Becerra. De los amores negados
dimecres, 4 d’abril del 2007
Subscriure's a:
Comentaris del missatge (Atom)
1 comentari:
tot passa
res és etern.
per lo bo i per al dolent
Publica un comentari a l'entrada